El cepillo dental es básico en la salud bucal de las personas pero si recapitulamos, es realmente poco lo que sabemos acerca de éste instrumento de higiene que usamos todos los días en una parte del cuerpo tan sensible y propensa a infecciones como la boca.
Basados en esa premisa, hemos recapitulado una serie de datos y recomendaciones que consideramos importante saber sobre cepillos dentales y con ello, mejorar los hábitos de higiene bucal:
La mayoría de las personas hace su compra basado en el precio y el color, ninguno de ambos factores tiene que ver con una mejor higiene. Las principales características a seguir son las siguientes:
Recuerda reemplazarlo cada tres meses o antes, si notas un deterioro visible.
Si cada que compras un cepillo nuevo, te pierdes entre tantos empaques y no sabes diferenciar entre unos y otros, ni su función, te enseñamos a identificarlos:
Cepillo común: Cuenta con tres o cuatro filas de cerdas con fibras sintéticas. Lo encuentras en todos los supermercados y farmacias.
Cepillo eléctrico: Tiene tres modalidades diferentes de movimiento: alternado, vibratorio o arqueado. Está demostrado que son efectivos contra la placa dental.
Cepillo periodontal: Lo distingues porque tiene dos tiras de cerdas, se receta a personas con gingivitis y en niños con brackets.
Cepillo interdental: Para personas con espacio interdental mayor de lo habitual, entra a los espacios entre los dientes. No sustituye al hilo dental.
Estudios demuestran que los cepillos eléctricos son sumamente eficaces a la hora de eliminar la placa bacteriana, sin embargo, un gran porcentaje de personas sigue consumiendo cepillos manuales.
Aunque lo anterior, no tiene ninguna desventaja si se utiliza la técnica adecuada, puede ser que muchos de nosotros no sepamos cepillarnos bien ya que ésta actividad se enseña en la niñez y la hacemos de forma casi automática.
Sería conveniente actualizar el método de cepillado con nuestro dentista de confianza o por medio de tutoriales de profesionales que explican todos los pasos a seguir, así como la duración promedio (la OMS recomienda 2 min.) y otros tips relevantes.
De acuerdo a la web de dentaly.org después de cada cepillado, debemos lavarlo con agua y con jabón, con esto eliminaremos los residuos. Además se debe evitar usar agua caliente (deforma las cerdas) y para secar, es necesario dar unos cuantos golpecitos en el lavabo y no guardarlo húmedo en lugares cerrados.
La sanitización del mango también es importante ya que en él, proliferan hongos y bacterias; para completar la desinfección se recomienda dejarlo remojar unos minutos en enjuague bucal.
Cepillarse los dientes después de cada comida no es suficiente para mantener una boca limpia y sana, se tiene que complementar con hilo y enjuague bucal, con esto abarcamos la eliminación de residuos, bacterias y permitimos la circulación por medio del masaje a las encías.
Aplicando todo lo anterior, podrás sonreír libremente y deshacerte de aquellos malestares relacionados con la higiene bucal.
Si persisten las molestias consulte a su médico.
Bibliografía: